Pequeños chefs con cuchillos afilados ¿riesgo u oportunidad en la educación temprana?

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Como muchos saben, hace poco subimos un post a Instagram de los niños en Aurora usando cuchillos, tijeras y hasta tijeras de podar, y ¡vaya que generó debate! Muchos me preguntaron sobre los riesgos de exponer a los niños a este tipo de «peligros» en el método Montessori. ¡Y es una pregunta súper válida! Así que aquí va un post para profundizar en el tema.

Diversos estudios científicos han demostrado que la autonomía con responsabilidad es clave para el desarrollo de los niños a nivel cognitivo, emocional y socioemocional. Esto implica, sí, exponer a los niños a ciertos riesgos controlados. Pero ojo, ¡no se trata de ser imprudentes! Se trata de confiar en las capacidades de los niños, guiarlos y prepararlos para que aprendan a gestionar riesgos de forma segura e independiente.

Curiosamente, la idea de que los niños usen herramientas «peligrosas» no es nueva. Antropólogos han estudiado por décadas culturas donde los niños juegan con cuchillos desde pequeños, y han descubierto que esto promueve su independencia y confianza en sí mismos (Lancy, 2016), dos factores clave para un desarrollo por sobre el promedio, según las conclusiones de John Hattie en su análisis de más de 2.100 meta-análisis en educación (Hattie, 2023).

¿Por qué exponerlos a riesgos y qué beneficios tiene usar herramientas reales?

Maria Montessori decía: «El niño que tiene libertad y oportunidad de manipular y usar su mano en una forma lógica, con consecuencias y usando elementos reales, desarrolla una fuerte personalidad.»  En este sentido, permitir que los niños experimenten con herramientas reales en un entorno seguro les brinda múltiples beneficios:  

  • Desarrollo de la autonomía: Aprender a usar un cuchillo, unas tijeras o incluso unas tijeras de podar, les enseña a ser responsables de sus acciones y a confiar en sus habilidades. Esto les permite participar en tareas cotidianas como preparar alimentos, fomentando su autonomía y confianza. Estudios demuestran que el apoyo a la autonomía en los primeros años de vida por parte de los padres se relaciona con un mayor rendimiento académico en la enseñanza media (Bindmand et al., 2015), especialmente en lectura y matemáticas (Belsky et al., 2008). Privarlos de esta oportunidad puede generar dependencia e inseguridad.
  • Conciencia de la seguridad: El manejo de herramientas reales les enseña respeto y responsabilidad. Aprenden a usarlas con cuidado, a entender las consecuencias de sus acciones y a evitar accidentes. Investigaciones sugieren que la introducción temprana al uso de cuchillos, con la debida supervisión y enseñanza, puede incluso reducir el riesgo de accidentes en el futuro (Saito et al., 2017).
  • Concentración y atención: Cuando un niño se enfrenta a una tarea que requiere cuidado, como pelar una fruta o cortar verduras, su concentración y atención se agudizan. Investigaciones han demostrado que la autonomía en el aprendizaje se relaciona con un mayor interés, una mejor comprensión conceptual y un mayor compromiso en las actividades (Grolnick & Ryan, 1987).
  • Motivación intrínseca: Un ambiente que promueve la autonomía, como el que se ofrece en Montessori, fomenta la motivación intrínseca de los niños y las emociones positivas hacia el aprendizaje (Froiland, 2015).

¿Cómo lo hacemos de forma segura?

La seguridad es primordial. Para que los niños aprendan a usar herramientas como cuchillos con responsabilidad, seguimos estas pautas:

  • Introducción gradual: Empezamos con herramientas adaptadas a su edad y con alimentos blandos. Un cuchillo de mantequilla para untar, unas tijeras de punta redonda para papel… ¡poco a poco!
  • Supervisión constante: Al principio, siempre estamos presentes, observando y guiando. Les mostramos la forma correcta de usar la herramienta, las precauciones que deben tomar y cómo reaccionar ante un imprevisto.
  • Ambiente preparado: Nos aseguramos de que el entorno sea seguro: una mesa estable, una tabla de cortar adecuada y un espacio libre de distracciones.
  • Confianza y respeto: Transmitimos confianza en sus capacidades y respetamos su ritmo de aprendizaje. No presionamos, no criticamos y celebramos cada pequeño logro.

Aprendiendo de Finlandia:

Así como podemos observar esta práctica de aprender a usar herramientas filosas en Casas de Niños Montessori en todo el mundo, también lo podemos observar en países como Finlandia, donde los niños aprenden a usar cuchillos desde pequeños, tanto en la escuela como en casa. De hecho, mi amigo Ari-Matti, me contaba con total naturalidad que él le enseñó a su hija a usar un cuchillo desde muy pequeña, para que pudiera ayudarle en la cocina participando en la preparación de alimentos. «Es importante que los niños aprendan a usar herramientas con responsabilidad. Así desarrollan habilidades, confianza en sí mismos y comprenden el tiempo y esfuerzo que significa preparar la comida» me decía.

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